miércoles, 28 de abril de 2010

28 de abril de 1789: el Motín de la Bounty

Sin lugar a dudas, uno de los hechos navales que más ha dado que hablar, que escribir y que rodar en el cine ha sido el Motín de la HMS Bounty.
La Royal Navy envió una expedición comandada por el teniente William Blight hacia la isla de Tahití, con el fin de conseguir el fruto del Árbol del Pan, ya que pretendían cultivarlo para alimentar a sus esclavos en las Indias Orientales.

Los supuestos abusos de Blight hacia sus marineros a lo largo del viaje, y el disfrutar de los placeres de las nativas en Tahití durante cinco meses, hizo que un 28 de abril varios hombres a bordo de la Bounty, comandados por el segundo oficial de a bordo, Fletcher Christian, se sublevaran tras obligar al comandante a salir de su cabina mientras su segundo le gritaba "¡vivo en un Infierno!" (I am in hell!), a la vez que le encañonaba con un arma con bayoneta.
De los 42 hombres a bordo de la Bounty, 18 fueron leales a Blight, mientras que el resto apoyó a Christian.

La tripulación obligó al comandante y a sus afines a embarcar en una lancha de 7 metros con algunos víveres a bordo.
Los amotinados se dividieron en dos: Christian, después de regresar a Tahití para que él y los suyos volvieran a encontrarse con sus amadas nativas, decidió zarpar para buscar un lugar lo más desconocido posible, encontrándolo en la isla de Pitcairn, que no aparecía en las cartas de navegación; algunos hombres decidieron quedarse en la propia Tahití.
Por su parte, Blight y sus leales realizaron una de las travesías en bote más espectaculares de la historia, equiparable a la de Shackelton en 1914, recorriendo 3.618 millas náuticas hasta llegar a Timor Oriental.

Como ya se ha dicho, la repercusión del motín ha perdurado a lo largo de los años, tanto en novelas (muy recomendable la trilogía escrita por Charles Nordhoff y James Norman Hall, ya que abarca tres puntos de vista distintos) como en cine, casi siempre idealizando la figura de Crhistian, ya que auténticos galanes (cada uno en su tiempo) lo han encarnado para la gran pantalla: Errol Flynn (1933), Clark Gable (1935), Marlon Brando (1962) y Mel Gibson. Ahí es nada.
Blight, el 'malo de la película', y nunca mejor dicho, demostró no obstante ser un experto marino, ya que en si viaje hacia Timor no contaba ni con brújula ni mapas. Sólo tenía un sextante y un reloj de bolsillo.

Fuente e imágenes: Wikipedia.

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