jueves, 10 de junio de 2010

10 de junio de 1918: el hundimiento del 'Szent István'

Durante la Primera Guerra Mundial, Austria, en su duelo particular contra su antiguo aliado, Italia, necesitaba el apoyo por el mar en el Adriático y para ello construyó, en los astilleros húngaros Ganz&Company, el acorazado Szent István, en honor al primer rey cristiano de Hungría, San Esteban (en castellano).
El acorazado, clase Tegetthoff, era uno de los cuatro que formaban parte del imperio Austrohúngaro. Los otros tres fueron el Viribus Unitis, el Tegetthoff (que daba nombre a la clase) y el Prinz Eugen.

El Szent István viajaba acompañado del SMS Teggetthoff, además de varios navíos de poco tonelaje, rumbo a la 'Barrera de Otranto', creada por los italianos en el canal de mismo nobmre, a base de cadenas, para impedir la salida de los buques austriacos del Adriático.
Italia, en vez construir grandes buques de guerra para defenderse de las acometidas de su enemigo, apostó por lanchas torpederas MAS (Motoscafo Armato Silurante), con motores con sistema silencioso para facilitar su sigilo.

De este modo, en la noche del 10 de junio de 1918, pasadas las 3:00 de la madrugada, el Szent István recibió dos torpedos de 450 mm. cuando buena parte de su tripulación dormía: la arriesgada maniobra del teniente Luiggi Rizzo, que se había internado en la flota enemiga, le había salido redonda.

Herido de muerte, el acorazado pronto se encontró con sus fondos llenos de agua pese a los esfuerzos de sus tripulantes, ante la atenta mirada del Teggetthoff, desde donde el teniente Mensburger filmaría el hundimiento en lo que es un documento de incalculable valor histórico.

A las 6:12 horas el Szent István se hundía ahogándose 'solamente' 85 hombres y 4 oficiales (en la Kuk Kriegsmarine era obligatorio saber nadar antes de entrar en servicio), junto a buena parte de las posibilidades del imperio austrohúngaro de dominar el Adriático.

En cuanto a la vulnerabilidad del acorazado, hay que matizar que los astilleros húngaros de Ganz&Company no tenían experiencia en cuanto a la construcción de grandes navíos de guerra. Esto, unido a su bajo desplazamiento, descompensado con su alto centro de gravedad (a lo que no ayudaba sus enormes piezas de 305 mm.) pudieron ser claves para que el Szent István se hundiera haciendo inútil su blindaje.

Fuente e imagen: wikipedia.

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